Es el tipo de juego donde el cornudo es humillado por el infiel por el corneador o por ambos. Le humilla porque es un hombre que e gusta ver como otro hombre se folla a su chico, algo que el no entiende, ya que en su concepto su pareja debe ser un hombre que defiende ante otros el “derecho” sobre su pareja y no consiente que nadie la acose. El infiel puede pensar o decir algo de este estilo “¿Debe ser frustrante verdad? Tener de pareja a un tío como yo y no poder satisfacerle sexualmente. Súbete el pantalón, a ti solo se te pone dura cuando hay otro hombre reemplazándote”. Su marido puede ser un pobre hombre que no tiene la virilidad suficiente como para satisfacerlo o al menos teatralizarlo en el momento del juego.
Otro motivo de humillación es que la pareja tiene un pene pequeño. Para muchos hombres la masculinidad se mide en cm (cosa que no es asi, pero en este juego va muy bien) es tanto mas hombre cuanta mas grande tiene la polla. Su pareja la tiene pequeña y por eso le humilla despreciandole. Se pueden hacer juegos con el corneador comparando los tamaños de los rabos poniéndolos al lado, algunos les gusta ponerlos en castidad, otros que se corra el cornudo delante del rabo, hay mil maneras.
También puede suceder que la parea eche poco semen, lo cual es señal de que no es un buen macho, y eso, el que fuese un buen macho es lo que su pareja espera de el. En eso su chico no cumple sus expectativas. Puede escuchar de su pareja esto: “Si, a él le dejo que se corra dentro de mi. Me gusta sentir la cantidad de leche que me echa, mucha mas de la que tú nunca podrás echarme, ¡cornudo de mierda!” o “Te gusta como tengo toda la cara cubierta con su lefa, cuando tu te corres no llegas ni a mancharme los labios”. Se puede comparar la lefa que eche el cornudo con la del corneador, o que este se la eche en la cara para que vea lo que es lefar de verdad.
Otra de las situaciones es la eyaculación precoz, la pareja se corre enseguida y no le da tiempo a su chico a terminar. Cuando lo hacen ambos suele ser de una manera rápida, lo que al otro le deja insatisfecho y en una posición perfecta para buscar a otro. Algo que podría ser así cuando le ves con el móvil en el grinder y te dice “Estoy buscando un chico grande y salido que me de lo que necesito, follar durante toda la noche, lo que tu nunca podrás hacer”. Es tan fácil como hacer una competición para ver quien de los dos se corre antes o le da mas placer a su chico.
Alguna o varias a la vez de estas situaciones pueden explicar que al infiel quiera buscar a un tercero para satisfacerse. Esta en su mano en hacer de ello una cuestión humillable (en un momento dado en el juego, luego lo ideal es acudir a un terapeuta o resolver el problema). Porque ambos encontráis placer en humillar y en que te desprecie, que veáis en esta humillación algo lógico y placentero. También puede ser que la humillación vaya hacia el infiel por no ser fiel y disfrutar tanto, o al corneador por cualquiera de los motivos anteriores. Si nunca lo has probado, empieza siempre poco a poco e ir subiendo el nivel en diferentes sesiones. Cuando ya se tiene experiencia se recomienda que se empiece con las humillaciones también poco a poco. Como en los juegos bdsm, podéis decir una palabra para indicar que esas humillaciones ya no te están gustando, por ejemplo "rojo" o "stop". Siempre hay que hacerse esta pregunta ¿os lo pasáis bien? ¿la pareja disfruta con esta situación?. Si es así pues adelante, de lo que se trata es que ambos disfruten, y cuanto mas mejor.
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