Hola, me llamo Walter, tengo 24 años y soy de Barracas. Hace dos años que estoy de novio con Santiago, de 22 años, y desde hace poco más de 7 meses que nuestra relación mejoró muchísimo. Es cierto que llevabamos una vida sexual buena, pero sinceramente, bastante rutinaria. Yo veía que él disfrutaba pero a la vez lo veía como que quería más, y yo también no estaba del todo contento. No se cómo pasó, pero un día de la nada, le dije “Andá y coge con otro”; se quedó mirándome y me preguntó si era broma, le respondí que no, que vaya y que se acostará con otro flaco, total una cosa es el amor y otra el sexo. Reaccionó mal; me dijo durante varios días que yo quería hacer lo mismo, que no lo amaba más, que etc, etc, etc, etc.
Cuestión que lo agarré y le dije que yo no buscaba lo mismo, que yo quería que él probara otra cosa, y que la verdad era que también me calentaba la idea de que se acostara con otro. Después de preguntarme muchas veces si lo nuestro iba a cambiar después de aquello y decirle una y otra vez que todo seguiría como hasta ahora o incluso, mejor; terminó aceptando. Aclaramos que lo importante era cuidarnos y así fue; aunque no todo se dio muy rápido. El tema quedó como en el olvido hasta que un día, Santi llega y me dice que quería probar con su amigo, Esteban. Le dije que sí, y al rato estaba chateando por facebook con el chabón. Me empezó a calentar muchísimo verlo conectado sabiendo que estaba “chongueando”. Me empezó a poner a mil, cuando me decía cosas como “Amor, nos estamos hablando para conocernos mejor” o “A Esteban le gusta tal cosa mía”, pffff me calentaba con cada palabra.
Después de varios días de chatear y hablar por teléfono, Santiago me dijo que habían quedado para verse, que Esteban iba a ir a su casa el finde aprovechando que su familia no estaba. Esos días pasaban mil cosas por mi cabeza, si estaba en lo correcto o no, decidí dejarme llevar por lo que me quemaba el bocho en esos momentos y dejar a mi novio que haga lo que sienta. Y así sucedió. Llegó ese tan esperado sábado y mis celos, junto a mi calentura, llegaron a lo máximo. Llamé a Santi y le dije que quería ver todo, que por lo menos me dejara hacer eso. Su respuesta me dejó mudo “No amor, hoy vas a ser cornudo sin mirar nada, vas a dejarnos a nosotros dos un poco de intimidad. Si te portas bien, la próxima podes ver”. A pesar de que me quejé al comienzo, terminé aceptando y así pasó mi sábado, nervioso y caliente a más no poder. Al día siguiente, me despertó la llamada de mi novio, diciéndome que ya estaba solo, que el otro pibe se había ido hace una hora, y empezó a contarme todo lo que hizo, cómo se la chupó, y cómo se lo garchó toda la noche.
No doy lujos de detalles porque prefiero contar sobre lo que veo y no sobre lo que me cuentan; a la semana volvieron a arreglar, y esta vez mi novio prometió con lo que dijo: puso la webcam desde su computadora de escritorio apuntando a la cama, apagó el monitor y dejó encendido el skype, y solo quedaba esperar; no me despegué de la computadora, hasta que los vi entrando en la pieza. Esteban, más grandote que mi novio y morocho, lo iba apoyando a Santi mientras le besaba el cuello y le decía que ya quería ponersela. Santiago lo frena y le dice “Bueno, pero hoy nos apuramos porque a la nochecita viene el cornudo de mi novio” (me dejó con una sensación rara, no podía creer lo que escuchaba). Escuchaba que se decían cosas al oído que no llegaba a escuchar con claridad qué eran. Después de mucho chape y manoseo, los dos solo estaban con los boxer y nada; el bulto de Esteban era tremendo, estaba re caliente el muy hdp. Mi novio lo acostó y se le subió encima y empezó a frotarle ese orto hermoso por encima de su bulto, hasta que en un momento, Santiago bajó y le deslizó el boxer hacia abajo (como en un momento se puso de costado pude ver toda la pija de Esteban, cabezona y larga). El puto de mi novio no tardó en empezar a pasarle la lengua, la empezó a chupar de arriba a abajo, y los huevos también. Yo, del otro lado de la pantalla, no podía aguantar más y empecé a mandarme flor de paja. Habrá estado como 10 minutos chupándole la pija a Esteban, hasta que éste se puso un forro y mi novio se le subió encima, le entró toda y empezaron a coger con todo, bien fuerte, la pija del chabón ese entraba y salía del culo de mi novio, quien gemía como nunca antes lo había escuchado. Hasta se escuchaba el ruido del golpe de la pija con el culo de Santi, toda la situación era tan pero tan morbosa. Cambiaron de pose, y se lo empezó a coger boca abajo, yo veía con la fuerza con la que le daba, y como lo insultaba mientras se lo garchaba.
Siguieron en lo suyo, piernas al hombro y después sentado mi novio sobre la pija de su chico, no se cuánto tiempo habrán estado, porque de lo caliente que estaba perdí noción del horario; pero garcharon como locos, hasta que Esteban lo arrodilló, se sacó el preservativo y se pajeó hasta llenarle la cara de leche. Se levantó, dejó tirado a mi novio y se fue a lavar. Santiago se levantó, se acercó a la cam, prendió el monitor, abrió la ventana del skype y me vio a mi con la pija en la mano y se empezó a reír, me dijo que siga en lo mío que él se iba a ir a duchar con Esteban.
Después de ese día, nuestra relación mejoró muchísimo, mi novio me metía los cuernos seguido con otros chicos que conocía, o salíamos a bailar por los boliches que muchos de nosotros frecuentamos en Colegiales y demás, y se chapaba a tipos adelante mío. Santiago se volvió dominante y sabía que lo que hacía me calentaba muchísimo; yo le era y soy fiel, revisa mis cosas y sabe lo que hago, pero él es libre de hacer lo que quiere. Después de un tiempo, se puso más estable con Esteban, quien ya sabe que somos pareja y es como un tercero fijo, con quien disfrutamos de una relación abierta (abierta para él, no para mí, pero aún así me encanta). Espero que publiquen esto que es 100% verídico.
FUENTE: http://www.gaysenargentina.com/?p=2465
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