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martes, 23 de diciembre de 2014

Peculiar intercambio de parejas

En las siguientes líneas relataré como logré que mi amado esposo accediera después de muchos años de convencimiento a que se lo montara con otro en mi presencia.

Comenzaré haciendo las presentaciones oportunas; somos un matrimonio con 10 años de casados, yo tengo 40 años y el 34, trabajos y todas las vicisitudes que pueden presentarse en un matrimonio contemporáneo. Mi esposo Luis es un hombre que sin ser un modelo tiene un cuerpo exquisito y un atractivo muy singular que llama poderosamente la atención, como he podido constatar muchas veces en la mirada que desata en otros hombres al verle en la calle o en fiestas a las que hemos llegado a asistir. Posee un cuerpo de violín con unas curvas que han sabido madurar y que han hecho que su cuerpo de colegial se transformara y embarneciera en un tremendo tio capaz de dejar sin aliento a cualquiera. Mide 190 metros, es esbelto con piernas largas y fuertes. Un trasero muy prominente. La belleza en su rostro tal vez sea su atributo mas llamativo, su cara es rara una mezcla entre oriental y latino ya que tiene descendencia japonesa e italiana, sus ojos son miel claros tirándole a verdes. Siempre se ha cuidado muchísimo, usa cremas para el cutis, y siempre huele delicioso.

En lo relativo a nuestra vida sexual comentaré que desde novios siempre fue espectacular, en un principio lo hacíamos donde fuera, en el elevador, en el coche en baños públicos y prácticamente en cualquier lugar que nos ofreciera el grado de adrenalina necesario para terminar ambos en tremendos orgasmos.

Una noche de copas y fiesta sabatina justo después de que el se alivió de una larga llamada, nos fuimos de antro y culminamos en casa, ahí follamos sin parar como era nuestra costumbre y en determinado momento, sabedor de que el había tenido un par de novios antes que yo y de que evidentemente como pude constatar alguien antes que yo había tenido el privilegio de desvirgarla, comencé a preguntarle sobre los detalles. El sin medir aún bien el resultado de sus respuestas me confesó que solo había tenido un amante sexual, un novio anterior a mi al que había decidido entregarse por primera vez a la edad de 23 años con la supuesta promesa de casarse y al final como era de esperarse el tío en cuestión se le anduvo comiendo por cerca de un año unas 50 veces aproximadamente según me confesó, unas mas unas menos, al final eso no importa, lo importante de este hecho es que a raíz de la confesión hecha por Luis comencé a imaginarle en los brazos de otro y conforme pasaba el tiempo, el deseo se hacía cada vez mas creciente e incontenible. En veces posteriores traté de incitarle a que me contara mas de cómo su ex novio le hacía el amor, pero el intuyó que podría traernos problemas de celos innecesarios en nuestra relación, y concluyó el tema diciéndome que su ex era eyaculador precoz, porque siempre terminaba muy rápido y eso siempre le dejaba algo excitada y por ultimo me dijo que la primera vez que lo hicieron ambos estaban bajo el influjo de la maria y que había sido muy doloroso y poco satisfactorio. Al final supuse que se inventó eso para no herir mi susceptibilidad ya que por aquellos tiempos yo era muy celoso, cosa que actualmente ya no pasa por razones que a continuación os contaré.

Como marca la lógica una noche después de un polvo acojonado, le comenté mi deseo casi fantasía de incursionar en el mundo liberal, pero su respuesta como en casi todos los casos que he leído fue de horror y de negativa, enseguida se sintió inseguro, vinieron preguntas a su mente tales como si ya no me gustaba o necesitaba a otros ya que el conmigo tenia todo y no necesitaba a nadie mas, fueron muchas las inquietudes que nacieron en el las cuales tuve que ir disipando con el tiempo, poco a poco para lograr que el se sintiera tentado a dar el siguiente paso.

La estrategia que tomé fue empezar a tomarle largas sesiones de fotos desnudo, el al principio lo hacía para complacerme y yo le pretextaba que era para dejar documentado su hermoso cuerpo apelando a su vanidad y el poco a poco se fue destapando ante el lente fotográfico de tal manera que acuñamos una colección de cientos de fotos en diversas poses y situaciones. Fue en este punto que decidí tomar la iniciativa y me suscribí en una pagina de contactos con la finalidad de encontrar el cómplice adecuado para mis planes.

Escogí varias fotos algunas con ropa, y por supuesto unas desnuda y totalmente expuesta enseñando su rabo erecto y su culito húmedo. El éxito no dejó esperarse, el mismo día llovieron infinidad de buenos comentarios y propuestas. Poco a poco fui descartando los que no eran serios o parecían apócrifos y al final hice una selección quedando en primer lugar de mi atención una pareja que según decía en su mensaje “el” también tenia deseos de dar el mismo paso con su chico pero que todavía el lograrlo se encontraba en pañales.

Sin mas nos pusimos en contacto y supe por las conversaciones posteriores que se llamaban Eduardo y Verón. Ambos treintones de nuestra misma localidad. Resultó que Eduardo tenia mi misma fantasía y se encontraba justo en la misma situación que nosotros. Su pareja era muy caliente igual que Luis, pero le daba miedo dar el paso.

Comenzamos a intercambiar fotografías de nuestras respectivas parejas, en principio cubríamos el rostro, pero conforme fueron pasando los días, nuestras conversaciones se hicieron mas frecuentes y llegamos a adquirir cierta confianza, así que empezamos a intercambiar fotos sin cubrir el rostro y con esto sellamos nuestra complicidad y decidimos conocernos ambos para planear juntos una estrategia para encamarnos el a Luis y yo a Verón.

Quedamos de vernos en una cafetería, acordamos ir ambos con nuestras lap top para poder intercambiarnos el material que teníamos de nuestras parejas. Eduardo llegó puntual a la cita, yo ya lo esperaba en una mesa, empezamos a platicar sobre nuestras fantasías hacia ellos y tips de los gustos de ellos para poder seducirlas de una manera mas eficaz. Eduardo me comentó que estaba loco por cogerse a Luis, que ya se había hecho mil chaquetas con el como inspiración en el monitor del ordenador y que apenas podía esperar para tenerle en sus brazos. Yo por otro lado hice lo mismo con las fotos de Verón. Así pues acordamos que les diríamos a ambas esposos que éramos antiguos colegas del colegio y que nos habíamos reencontrado después de mucho tiempo.

El como logramos que yo me cogiera a Verón será motivo de otro relato, en este centrémonos en Luis, el a raíz de un proyecto suyo dejó de trabajar para dedicarse completamente a el. Si bien el dinero no sobra en estos tiempos nos hemos sabido acomodar en vías de una estabilidad. De vez en cuando se iba a tomar un café con las amigos o salíamos de antro. Pero realmente su vida social se había reducido mucho, es por esto que vio con agrado mi noticia de que había encontrado a un antiguo amigo y que nos invitaba a su casa a cenar el próximo viernes por la noche, me preguntó que quien era, le dije que se llamaba Eduardo que era casado y a manera de broma le dije que el era bien parecido, que en la prepa era conocido como el burro y no precisamente por ser malo en la escuela, el enseguida me dijo, y a mi que? Y enseguida añadí con una sonrisa picara, bueno lo digo por ese vestido de espalda descubierta, te ves precioso, no me extrañaría que se quede boquiabierto el buen Lalo. El se espantó y me preguntó si era muy atrevido el vestido, que mejor se cambiaba, pero yo le dije, no, no, no, no, así estas perfecto.

Llegamos al apartamento de Lalo y Verón muy acogedor al sur de la ciudad y al abrir la puerta Eduardo pudo ver por primera vez a Luis y su mirada era de intenso deseo, los presente se saludaron de beso y nos invitó a pasar, nos dijo que enseguida bajaba su esposo y nos invitó a sentarnos en la estancia, a los pocos minutos bajó Verón escultural, moreno con cara de niño bien y aunque llevaba un vestido rojo pude imaginármelo justamente como la había visto en las fotos proporcionadas por su esposo Lalo. Ambos esposos iban vestidos, pero nosotros solo los veíamos desnudos, ambos sabíamos lo que había debajo de esos paños y ambos queríamos saborear esos manjares que bajo la luz carmesí de las lámparas se ocultaban bajo el ropaje inexistente de sus carnes de machos en toda regla.

Eduardo nos presentó a su esposo y me pidió que lo acompañara a descorchar la botella de champagne que llevamos para la ocasión. Lo acompañé a un pequeño estudio donde había una computadora con el monitor apagado y al prenderlo, estaban abiertas varias fotos de su esposo y el mío desnudos, ambos nos pusimos como burros y no parábamos de alabar lo buenos que eran cogiendo y lo bien que mamaban la verga, era una situación muy morbosa, nos incorporamos y volvimos con las copas servidas a la sala donde nuestras parejas charlaban amenamente, pero nos sonreímos mi cómplice y yo al ver que había química entre ellos.

Así transcurrió la noche, entre ir y venir al PC del estudio viendo sus fotos y enseguida volviendo con ellos, parecíamos hipnotizados ambos viendo a la pareja del otro, sabiendo de que color era la aureola del pezón que estaba debajo de ese vestido y el bello púbico de sus rabos que adornaba cual madre selva y protegía la entrada que en ese momento tanto añorábamos tener. Nos despedimos a eso de las dos de la mañana y camino a casa en el auto le pregunté a Luis que si había visto que Lalo no había dejado de mirarle toda la noche, y ella me contestó, claro, igual que tu no dejaste de ver a Verón, si parecían como drogados, viéndonos como zombis, en eso me preguntó, oye y a que tanto iban al otro cuarto ese que se metían tanto ustedes dos? Ah, le dije Eduardo me estaba enseñando sus proyectos en la computadora.

Llegamos a casa y follamos brutalmente le empecé a susurrar en el oído que si le gustaría cogerse a Eduardo, y el solo gemía mas de placer, pero no respondía. Hasta ahí quedó la cosa, terminamos durmiendo. De ahí en adelante la amistad entre ambas parejas se estrechó notablemente, nuestros tios chateaban entre ellos y se mandaban cadenas de mails y tonterías y se iban de compras juntos y nosotros seguíamos intercambiando material fotográfico y tipos del carácter de ambas para que nos fuera mas fácil irlas seduciendo. A estas alturas íbamos ya muy avanzados, yo ya me había ganado la confianza de Verón y Eduardo estaba muy cerca de ser amigo de Luis, el ya hablaba de el con aires de atracción, cosa que en principio me encelaba, pero a la vez me excitaba de sobremanera.

Cierta ocasión y aprovechando que Verón tenia que ir a una ciudad vecina a visitar a su madre enferma, le sugerí a Eduardo que saliéramos de Antro e intentara ahí dar la estocada final y poderse enrollar con Luis, a el le brillaron los ojos, aceptó enseguida y acordamos que seria el sábado. Yo por mi parte  le dije a Luis que nos iríamos de juerga el sábado. Le sugerí que invitáramos a Lalo y que el le llevara una amiga ya que Verón estaba de viaje, y el se enojó y me dijo que jamás le haría algo así a Verón que si quería venir estaba bien, pero que el iba a rajar si lo veía tonteando con otro.

Por fin llegó el tan anhelado sábado, Luis se vistió escultural para la ocasión, pasamos por Eduardo y al ver a Luis le dijo oye mijo, pero que hermoso, debes concederme un baile en el antro, sin duda serás el mas guapo del lugar. El botó una carcajada y le dijo ya tu, nomas porque andas solterito te vas de juerga. Y me volteó a ver para ver mi reacción, yo reí y seguí conduciendo y diciendo bromas para suavizar la situación.

Llegando al antro, estuvimos tomando durísimo, era parte de la estratagema para desinhibir a Luis, al mesero le dijimos que siempre le tuviera dos cócteles a el y una vez que abrieron pista, me fui a bailar con el un rato, regresamos y Eduardo se notaba realmente excitado por la situación, yo fingiendo ser altruista le dije a Luis que sacara a bailar a Eduardo y el accedió lo tomó de la mano y los vi perderse en la pista, estuvieron bailando un buen rato y regresaron empapados en sudor, enseguida le acerqué un cóctel a Luis y durante la otra media hora le metí tres mas hasta que noté que ya se le empezaba a carraspear la lengua producto del alcohol, en ese momento me paré y le dije a Lalo, es ahora o nunca Lalito, y le dije a mi esposo espérame voy al baño aquí te dejo con Lalo, el asintió y vi como se acomodaba Eduardo al lado de mi esposo. Me fui a una parte un poco apartada de ellos y vi como platicaban como dos grandes amigos y el se notaba un tanto desparpajado producto del alcohol y la platica de Eduardo quien a estas alturas ya le hacía fuertes insinuaciones de sus deseos por el. Yo mientras tanto no perdía detalle de su actuar desde la parte superior del antro y en determinado momento después de acabarse otra bebida Eduardo tomó a mi chico de la mano y salieron rumbo la pista de baile. Pude observar como bailaban muy pegados, El movía su cintura al compas dela música trance, mientras el le tomaba de la cintura y recorría con sus manos las curvas de mi amado Luis. Yo sin perder detalle bajé a la mesa y los esperé, ahí, llegaron al poco rato bañados en sudor y el con una sonrisa y un colorado en las mejillas que dejaba ver que estaba algo excitado, una vez que llegaron a la mesa el nos dijo que tenia que ir al baño y ahí aproveché para preguntar a Eduardo como iba con el. El me dijo que desde que los dejé solos le había dicho a Luis lo guapo que era y lo mucho que lo deseaba como hombre, el le había dicho que estaba loco, que parara con eso, pero el previo permiso mío le confesó que había visto sus fotos desnudo y que no hacia mas que desear hacerle suya en la intimidad, mi chico se sorprendió por lo de las fotos, le preguntó como las había visto y el le dijo que yo se las había enseñado y que estaba de acuerdo con aquello.

Yo le dije, sigue así, yo ahorita los dejaré otra vez solos para que puedas avanzar. En ese instante llegó Luis quien se me acercó y me dijo: estoy algo molesto contigo, luego arreglamos cuentas. Yo le tomé de la cintura y le dije que estuviera tranquila, que me encantaba que se sintiera deseada por otros y que eso me excitaba, que disfrutara el momento y se dejara llevar. El se volteó sin reparar en mi y se fue a sentar junto a Eduardo que nos observaba con detenimiento, una vez esto le dije que iría por unos tragos y me ausenté, al irme vi como el la abrazaba y platicaban con la cara muy cerca mientras el le tocaba la entrepierna y enseguida pasó lo que tenia que pasar, producto de las luces, el alcohol y la situación tan caliente vi como por primera vez Luis era besada por otro enfrente de mi, se unieron en un largo beso, que duró mas de cinco minutos, marreándose con gran deseo en la mesa de aquel antro. Yo al ver esto casi me desmayo, pensé para mis adentros, vaya que bien, Eduardo por fin lo logro, me aproximé y me senté a su lado, ellos ni se inmutaron seguían unidos en un gran beso. Cuando el se percató de mi presencia me dijo, uf, discúlpame pero si tu querías esto, yo lo estoy deseando mas y no soy de palo, yo le dije, está bien Luis, disfrútalo el te desea muchísimo y yo deseo también verte disfrutar. De ahí para adelante todo fue mieles, ellos se desinhibieron y cambiaron su actitud a lo que parecía dos grandes amantes, bailaron sin dejar de magrearse en la pista, el la sujetaba de la cintura y bajaba sus manos a sus nalgas, el correspondía con grandes besos, prologados, con los ojos cerrados podía ver como el entrelazaba sus manos en el cuello de Eduardo y dejaba que el, le besara el cuello y la boca con una ternura y pasión que hacían voltear a mas de dos en el antro. Una vez que saciaron su sed de calentura volvieron a la pista el tomándolo de la cintura y el todo chapeada y algo tambaleante por el alcohol, les sugerí que pagáramos y nos fuéramos a un lugar mas tranquilo a seguir festejando a lo que Eduardo asintió y pagó la cuenta yo me adelante a pedir el coche en el valet parking, al salir el aire hizo lo propio y provocó que la borrachera se le subiera muchísimo a Luis quien tambaleando casi se nos cae a la hora de salir del antro, yo le sujeté y para poder pedir el coche, le dije a Eduardo que le abrazara mientras llegaba el carro, el ni tardo ni perezoso la sujetó y evitó que se cayera de nuevo y enseguida se sumergieron en un beso prolongado en el que el se aferraba a el como una sanguijuela, uniendo sus bocas dejando ver lo apasionado de sus lenguas entrelazándose con desesperación.

Llegado el carro subimos a mi chico y le dije a Eduardo que se fuera atrás con el mientras yo manejaba rumbo a casa, el no tardó en subirse con el y camino a casa, podía ver por el espejo retrovisor la gran magreada que Lalo le metía a mi chico, sonaban los chasquidos de los besos, y uno que otro gemido de mi chico que a estas alturas ya estaba con el torso casi al aire y las piernas abiertas mientras que Eduardo le comía la boca y le masturbaba. El se veía hermoso, totalmente colorado de las mejillas y entregado a las caricias de Lalo.

En casa le dije a Eduardo que el se adelantara con ella a la habitación en lo que yo hacia los preparativos y, el sin mas bajó del coche tomó a Luis entre sus manos y sin dejar de besarlo le cargó y le subió por las escaleras en actitud de tener mucha prisa, y realmente tenia mucha prisa en saborear ese cuerpo de manjar que se abría a la posibilidad de entregarse totalmente a el esa noche.

Al subir Luis estaba en el baño, a descargar los muchos cócteles que llevaba encima, mientras tanto asentimos con la cabeza Eduardo y yo al quedarnos viendo y me metí al baño a ver como estaba, el se veía bastante colorada, algo desaliñado del pelo producto del magreo en el coche y me dijo con voz algo seria, bueno ya hemos llegado hasta aquí, no creas que no me doy cuenta que esto lo tenias planeado con Eduardo desde el principio, quiero que estés bien consiente de lo que haces, todavía se puede parar hasta aquí el asunto pero si me dejas salir a esa habitación sin detenerme no se de lo que sea capaz. Yo le abracé con cariño y le dije que esto era para la satisfacción de ambos, no abrí reproches, ni quejas ni celos, solo placer, le reiteré lo bello que era y lo mucho que le deseaba Eduardo, y otros hombres, le besé apasionadamente y comencé a desnudarle quitandole poco a poco la ropa besandole por todo el cuerpo mientras le repetia lo mucho que disfrutaria verla acariciado y entregado a otro hombre, el sin mas, el se apartó de mi quedando solo con los zapatos puestos y se dirigió a los brazos del macho que tendría el privilegio de degustar sus carnes esa noche.

Al salir los ojos de Eduardo casi centelleaban, sin medir reparo se abalanzó hacía el y comenzaron a besarse apasionadamente mientras el le estrujaba sus nalgas y se las abria con vehemencia, se estuvieron besando en los pies de la cama por largo rato, el totalmente entregado, rara vez abría los ojos o me volteaba a ver, pero sin duda por su rostro y sus gemidos lo disfrutaba bastante, mientras tanto Eduardo como poseído le lamia la verga sin parar explorando con su lengua los genitales y el culo, metiéndole los dedos y haciendo que se retorciera de placer. El siguió en la faena hasta que logró en el su primer orgasmo, toda su verga se llenó de semen, esto excitó en sobremanera a Eduardo quien entre mas liquido salía mas lo chupaba en un afán desesperado por beber todo ese néctar precioso y delicioso sabor agua de mar. El se sacudía tremendamente, su melena exparsida por toda la almohada era un espectáculo multicolor, mientras que sus jadeos se hacían mas y mas constantes.

Ya desnudos por completo, comenzaron a hacer un 69 en el cual Luis trataba de devorarse esa pija de tamaño mediano de Eduardo mientras el le comía la verga y el culo a placer alternado lengüetazos y metiéndole los dedos para ayudarse en darle placer a mi pareja, yo estaba sentado al lado de la cama, acerque un sillón y tomé el asiento en primera fila para ver como disfrutaba mi querido Luis, el totalmente entregado, al terminar su primer orgasmo se levantó y le dijo a Eduardo: Vamos fóllame, quiero tenerte dentro de mi. Yo al oír esto le pasé unos condones a Eduardo y acto seguido procedí a ponerme sobre el mientras me mamaba la verga y tomé el miembro de Eduardo para ser yo mismo quien lo introdujera en el culito de mi caliente chico que a estas alturas estaba muy colorada de las mejillas con las piernas totalmente abiertas esperando recibir aquella tranca que segundos antes había lamido como una niño que lame una rica paleta.

Tomé a Luis de los tobillos para abrir bien sus piernas dando un espectáculo exquisito a Eduardo quien veía de frente a mi pareja totalmente expuesto para el. Introduje el miembro de Lalo en Luis sin que el dejara de chupármelo y enseguida empezó el vaivén con embestidas de Eduardo, a lo que decidí retirarme al asiento colocar la videocámara en un lugar estratégico que pudiera captar lo mejor de lo que estaba aconteciendo y yo me quedé con la cámara fotográfica la cual no dejé de usar por un largo rato.

El espectáculo era tremendo, Luis se retorcía como serpiente por toda la cama mientras el le penetraba y le besaba las tetas, los labios, los ojos, cambiaron un sin fin de posiciones, yo no perdía detalle del cuerpo totalmente mojado en sudor de ambos, revolcándose con una pasión desmedida digna de cualquier capitulo del Kamazutra, los besos eran intensos y abundantes. Tras un instante el se puso sobre el y empezó a cabalgarlo fuertísimo, a estas alturas era su tercer orgasmo de el y el habia tenido dos, sacudiendo su cadera y sus nalgas sobre la verga de Eduardo, se incorporó y apoyándose en su pecho logró que nuestro amigo lograra un orgasmo espectacular el cual ni tarda ni perezosa ahogó con un beso en la boca y se desplomó quedando abrazado de el totalmente empapada en sudor besándose sin parar y diciéndose cosas al oído que no escuchaba. El ambiente era totalmente sexual, olía a feromonas de mi chico mezcladas con las de el macho que acababa de fornicarla, y de que manera, aún lo disfruto actualmente recordándolo en el video y las fotos de aquella noche. Traje algo de beber, e hicieron una pausa para descansar un poco. Ya eran las cinco de la mañana, el tiempo se había ido volando. Aproveché para pedirle a Eduardo que cargara totalmente desnudo a Luis para unas fotos, ellos se rieron ante mi propuesta y accedieron, le tomó de las piernas mientras el se abrazaba a su cuello y recargaba su cabeza en su pecho, así tomé algunas fotos, hasta que nuevamente tuvo el pene erecto Eduardo y se comenzaron a besar con pasión, seguí con las fotos y en eso se recostaron y empezaron nuevamente los embates. El le susurraba cosas al oído, algunas audibles para mi, le decía que era un principe, que le había deseado desde el primer momento que la vio en las fotos y el gemía con gran placer y le decía, si mi amor, cógeme, soy tuya, métemela jódeme por favor no pares, soy tuya amor. !

Yo me tenía que ir a trabajar. Mi amado apenas dormía hace escaza media hora la tremenda cogida que le dio Eduardo yo al contemplarle totalmente satisfecho, decidí irme y que Eduardo posteriormente le pasara a dejar, sin despertarle le comuniqué a Eduardo lo que acontecía y el me dijo que no me preocupara que el le llevaría cuando despertara. Le dije que no se apuraran mucho que gozaran al máximo y que me le llevara con bien, cuando estuvieran listos, el me agradeció efusivamente por la confianza y salí.

Llegando a casa me puse a ver el video y las fotos y a hacerme las respectivas pajas, así pasó el día y a las doce del día me llamaron por teléfono para decirme que llegarían por la tarde que iban a pedir algo de comer y que estaban por bañarse juntos. Luis estaba algo molesto por haberla dejado pero le expliqué que no había querido molestarle a esa hora y que además estaba seguro que lo estaba disfrutando, a lo que el dijo, ok, te perdono, te dejo porque vamos a meternos a la ducha y después a comer algo.

No supe mas, me quedé excitadísimo pajeandome sin cesar con el video en el ordenador y cerca de las ocho de la noche sonó la puerta y entró Luis, venía toda ojerosa, y con las piernas tambaleando, le pregunté: que tal estuvo? a lo que ella me dijo, ufff, es un garañón, lo hicimos en todas las poses conocidas… gracias amor. me dió un beso y nos fuimos al dormitorio para que me contara con lujo de detalle lo que habia acontecido.

Eso lo contaré en otra ocasión al igual de como entre Eduardo y yo, le hicimos un espectácular trio a Verón su pareja una semana despuès de su regreso de viaje.

un saludo afectuoso para todos y espero les guste mi experiencia.

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